“La dieta, el ejercicio, no fumar y no beber alcohol puede hacernos ganar 10 años de vida. Pero, no es suficiente. Con la toma de suplementos te anticipas. Éstos nos pueden ayudar a mejorar este tope. Es decir, los suplementos nos mejoran los años de vida”, asegura Vicente Mera, uno de los mayores expertos en antigaging del mundo y actual responsable de Medicina Interna y Antienvejecimiento en Sha Wellness Clinic. Teniendo en cuenta que, según los estudios, la mayoría de la población tenemos déficits de uno o varios de estos mirconutrientes: calcio, hierro, yodo, magnesio, zinc, fósforo, selenio, ácido fólico, vitamina B12, vitamina C, vitamina A, vitamina D y vitamina E, no es tan descabellado pensar en la necesidad de tomar suplementos. “Por tanto, la suplementación bien dirigida y personalizada debe ser uno de los pilares de un estilo de vida saludable y completo”, aconseja Álvaro Campillo, experto en medicina y cirugía y colaborador de Kobho Labs. La cuestión es cómo dar con el suplemento idóneo. Porque para ello tiene que reunir varias condiciones: tiene que ser biodisponible, contar con activos sinérgicos e ingredientes bien protegidos de los jugos gástricos, y hay que saber qué te tienes que tomar por el día y qué por la noche. Vamos por partes:
La mayoría de los suplementos se formulan sin tener en cuenta la biodisponibilidad de sus componentes y por eso no sirven de mucho. “La biodisponibilidad de un nutriente es el porcentaje del mismo que se absorbe en el tubo digestivo y llega al interior de las células para poder hacer sus efectos metabólicos”, define Álvaro Campillo, experto en medicina y cirugía y colaborador de Kobho Labs. Es decir, si tú tomas un suplemento por boca pero luego no se absorbe, sino que se elimina por las heces, su biodisponibilidad es cero y su eficacia será cero. Un ejemplo: la cúrcuma es un ingrediente que tiene una biodisponibilidad muy baja porque cuesta mucho absorberlo. Para que el organismo se beneficie de sus propiedades hay que consumirlo en dosis muy elevadas.
La sinergia entre nutrientes es fundamental para potenciar su biodisponibilidad y beneficios. ¿Y esto que quiere decir? Que los activos tienen que ir en la fórmula junto con su media naranja para que tú te beneficies plenamente de ellos. “Lo óptimo es utilizar combinaciones de activos que actúen en el mismo sentido, de esta forma se potencian los efectos de los mismos pudiendo usarse menos cantidad que si se utilizasen por separado y se alcanza el objetivo de salud que interesa”, asegura Ilona Calparsoro. Por ejemplo, “si el magnesio se formula con vitamina B6 se fomentan los beneficios neurológicos además de los musculares. Si el trans-resveratrol se formula junto con quercetina consigue aumentar su absorción intestinal y disminuir su velocidad de metabolización. Si la cúrcuma se formula con piperina aumenta 10 veces su absorción y además tiene beneficios antiinflamatorios y digestivos. El Omega3 con vitamina E potencia sus efectos antioxidantes. La biotina si se formula junto a otros ingredientes como la superoxido dismutasa ofrece beneficios antioxidantes y neurológicos al mismo tiempo. La melatonina junto con GABA, nucleótidos y L-teanina para fomentar efectos neurológicos y reducir el estrés. Y si la coenzima Q10 la combinamos con astaxantina (un antioxidante 500 veces más potente que la vitamina E), no solo conseguimos ese efecto sino que multiplicamos los beneficios de ambos al mejorar nuestro sistema cardiometabólico, tejido graso, prevenimos el acortamiento de los telómeros y reducimos el riesgo de diabetes”, detalla el doctor Campillo.
La secreción gástrica es muy ácida y cáustica. “Si los suplementos que tomamos no se encuentran en el interior de una matriz que los proteja, no nos servirá de nada tomarlos”, advierte el Dr. Campillo. Las formas liposomales o fitosomas y también las cápsulas gastrorresistentes, evitan estos efectos dañinos de los jugos gástricos y garantizan que el suplemento llegue en perfectas condiciones al intestino delgado dónde es absorbido para hacer su función en los tejidos y células.
Lo idóneo sería hacerse una analítica de sangre completa: “que incluya, además de los parámetros básicos de función renal, hepática, cardiovascular y de diabetes, las principales vitaminas (C, B1, B6, B9, B12, A, D, E y K) y minerales (magnesio, zinc, hierro, calcio, selenio, etc.), así como homocisteína y parámetros de inflamación como la proteína C reactiva y ferritina. Y, en pacientes con enfermedades o riesgo cardiometabólico, además de la analítica anterior, sería ideal incluir una consulta con un profesional de la salud (médico o nutricionista) y un test epigenético para conocer de forma más precisa las áreas de su fisiología donde más deberíamos de incidir (por ejemplo, problemas digestivos, cardiometabólicos, inmunitario, hormonal, etc.)”, detalla el médico Campillo.
Aunque siempre se debe tener en cuenta la edad, el momento, el estado de salud y el emocional, etc. “Como regla general, por la mañana deberíamos tomar aquellos suplementos que intervienen en las síntesis de proteínas o de las membranas celulares, como puede ser el colágeno, la biotina, la queratina, curcumina o los omega-3”, detalla Álvaro Campillo. Por su parte, Calparsoro añade también “un multivitamínico muy bien formulado y equilibrado para que apoye al sistema en una posible falta de nutrientes.”
En este caso, según los expertos, deberíamos tomar los que nos ayudan a conseguir un buen descanso nocturno, la relajación del sistema nervioso o que contribuyen a las funciones del sistema inmune, como la melatonina, el magnesio o los antioxidantes. Ilona Calparsoro, de Longevitas Labs. también recomienda tomar por la noche ubiquinol: “es un nutriente vital para la mitocondria, ya que le da la gasolina que necesita para funcionar.”
Ahora bien, existen otros suplementos que podemos tomar indistintamente por la mañana y por la noche. Es el caso de los probióticos. “En este caso, hay que tener en cuenta estas precauciones para que se absorba correctamente: tomarlos media hora antes de la comida o justo al comenzar a comer, junto con algún alimento graso, evitando las bebidas muy calientes, así como hacerlo después de comer o cenar porque se destruyen casi por completo”, advierte el experto de Kobho Labs.
“Hace muchos años leí en un suplemento de un diario que un profesor del MIT tomaba veinticinco suplementos diarios y que había hecho un estudio sobre el antes y el después con un lapso de quince años. Según su estudio y su edad biológica no había envejecido nada en ese tiempo gracias a una vida saludable y al apoyo nutricional de los suplementos. Yo misma tengo una edad biológica 10 años inferior a la que marca mi DNI. Hoy en día hay suficiente información y evidencia para poder afirmar que una persona que cuida su nutrición razonablemente bien, que hace ejercicio varios días en semana, que cuida su mente y sus emociones, se suplementa y tiene una vida social satisfactoria, vivirá más y mejor”, asegura Ilona Calparsoro, de Longevitas Labs. La cuestión es saber qué suplementos son los que debemos de tomar exactamente para vivir más y mejor. Según, Álvaro Campillo de Kobho Labs, para mantener un óptimo estado de salud durante el mayor tiempo posible y vivir más y mejor debemos de garantizar que nuestras células disponen de sustancias antioxidantes y antiinflamatorias que existen en la naturaleza y que se pueden dividir en 4 grupos:
Este complemento alimenticio promueve el bienestar general del organismo con una fórmula completa que incluye ingredientes como la espirulina o el colágeno hidrolizado marino, además de vitaminas y minerales adicionales de origen natural y con contrastada efectividad sobre la salud (Vitamina C, VitaminaD2 y D3, Vitamina K2, Vitaminas del grupo B, Biotina, Zinc, Selenio y Elastina). Sus beneficios abarcan desde mejorar la piel y equilibrar la microbiota hasta potenciar el sueño, combatir el estrés y aumentar la vitalidad y el rendimiento físico e intelectual.
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